lunes, 5 de agosto de 2013

CONOZCAMOS ALGO DE MÉXICO EN UN TRIMOTOR FORD


Ahora me regreso a México de nuevo pues además de ser agente de viajes, su amigo CHITO TRILLO también soy piloto aviador y conseguí la autorización de la Dirección de Aeronáutica Civil para volar un viejo trimotor Ford, cuya matrícula es NC8407, para llevarlos a conocer algo de México.
 
ALGO DE LA HISTORIA DE ESTE AVIÓN
 
En la primavera de 1925, Henry Ford, el rey del automóvil, anunció la organización de una gira de aviones de transporte que, bautizada Prueba de Fiabilidad, partiría del propio cuartel general de la compañía en Dearborn, Míchigan y discurriría por la mayoría de los estados de la Unión. Ford estaba decidido a introducirse en el campo de la aviación civil y había apadrinado esa prueba para comprobar cuál era el mejor avión de transporte comercial. El holandés Anthony Fokker rediseñó rápidamente su ya famoso Fokker F.VII a fin de que aceptara tres motores Wright, resultando en el primer Fokker F.VIIA. Llevado a Estados Unidos en julio de 1925, el Fokker encontró poca oposición, y no soló ganó la prueba organizada por Ford, sino que despertó una amplia expectación. El hijo de Ford, Edsel, adquirió el Fokker para la expedición de Richard E. Byrd al Polo Norte y convenció a su padre de que la configuración trimotora de ala alta era la mejor respuesta. Pero Fokker no estaba interesado en conceder la patente de su modelo.
 
 
Ford adquirió en principio varios transportes monomotores de Stout y al igual que otras muchas compañías, se subió al carro del acta Kelly de 1925, que ofrecía rutas postales a las empresas privadas. El 15 de febrero de 1926 comenzó a operar la compañía fundada por Ford: "Ford Stout Air Services" en las rutas Detroit-Cleveland y Detroit-Chicago, pero Ford estaba convencido de que el mercado necesitaba transportes mayores. De manera que le encargó a Stout que le diseñara un avión trimotor.

De este avión solo se construyeron doscientos entre los años 1925 y 1933, prestaron servicio en muchas líneas aéreas.

AQUI UN TRIMOTOR DE AMERICAN AIRLINES
 
 
Este trimotor está junto a un Boeing 727 de American Airlines.

Para este viaje, estoy siendo acompañado en los controles por un mecánico-piloto que se llama Élfego Naranjo, a quien le decimos con cariño: "El Estopas" En la cabina principal caben catorce pasajeros colocados siete a cada lado de la misma en asientos de mimbre como los que salen en la foto:

CABINA DE PASAJEROS
 
 
En este tour, donde nos están acompañando ustedes, los catorce turistas, además de conocer algunas ciudades del norte de México, de vez en cuando, podrán disfrutar del vuelo pasando a la cabina de vuelo y sentarse por algunos minutos en el asiento del copiloto y hacer las preguntas que deseen.

Este viaje lo estamos iniciando desde el aeropuerto de Ciudad Lerdo, Durango, el nombre de este aeropuerto es: "Jesús Agustín Castro" Se encuentra situado entre la ciudad de Lerdo y el cause del río Nazas. Es una pequeña pista donde se da servicio a aeronaves pequeñas, particulares o de fumigación.

Yo los recibí a ustedes los turistas que vinieron a tomar el tour, en el aeropuerto de Torreón y los llevé a hospedarse al hotel campestre que se encuentra en la Colonia "Las Rosas" de Gómez Palacio.

HOTEL CAMPESTRE DE GÓMEZ PALACIO
 
 
Ya que estuvieron listos, los catorce pasajeros nos trasladaremos al aeropuerto de Lerdo para iniciar nuestro viaje.
 
Muchos se preguntarán ¿Por qué CHITO escogió el aeropuerto de Lerdo para iniciar este Tour? Bueno, es que ésta ciudad me trae gratos recuerdos de mi niñez y juventud. En ciudad Lerdo nació un gran piloto mexicano: Francisco Sarabia, yo jugué en su avión: "El Conquistador del Cielo" cuando lo tenían desarmado en el segundo piso de la presidencia municipal. En esta ciudad viví grandes aventuras con mi caballo "El Capulín" Aquí soñé con viajar y por eso me hice piloto aviador primero y guía de turistas después que dejé de volar. Aquí les muestro una foto de mi añorado Lerdo.
 
CIUDAD LERDO DURANGO
 
 
En la foto se puede observar: La torre del reloj, la Presidencia municipal y la Parroquia de la ciudad, frente a la plaza de armas.

*   *   *
 
Bueno, llegó el momento de iniciar nuestro viaje, por eso estoy  pasando por ustedes al hotel Campestre y los estoy llevando al aeropuerto de ciudad Lerdo. Al llegar vimos a Élfego "El Estopas" terminando de cargar la gasolina al avión.
 
RECARGA DE GASOLINA 
 
 
Mientras Élfego terminaba de recargar el avión de gasolina, yo fui a hacer el plan de vuelo. Nuestro primer destino va a ser Ciudad Delicias en el estado de Chihuahua.
 
Como siempre vamos a estar volando con las reglas de vuelo visual, pues el trimotor Ford no tiene los instrumentos de radionavegación que tienen los aviones modernos, solo contamos con un pequeño equipo de radiocomunicación para solicitar autorizaciones para despegar y aterrizar, a las torres de control de cada aeropuerto donde vamos llegando o saliendo.
 
En este primer tramo de nuestro Tour, nuestro tiempo de vuelo será de dos horas con treinta minutos, volaremos a 12,500 pies de altitud y llegaremos a una pequeña pista en Delicias que está a trecientos cincuenta y ocho kilómetros. Aterrizando a las diez cuarenta de la mañana, ya que nuestro despegue de Lerdo fue a las ocho diez horas.

CARRETEO PARA DESPEGAR DE LERDO
 


Como el vuelo es del tipo visual, volamos casi en paralelo a la carretera y a la vía del tren que va de Gómez Palacio hasta Jiménez, luego pasamos sobre Camargo, vimos la presa de la Boquilla.

PRESA LA BOQUILLA
 
 
para aterrizar nos comunicaremos a la pequeña torre de control.
 
Mientras yo volaba el avión, Élfego les iba indicando a los pasajeros los nombres de cada uno de los lugares por donde íbamos pasando. Así les mostro Bermejillo, Ceballos, Jiménez, Camargo, la Boquilla, Saucillo y al fin les pidió que ajustaran su cinturón de seguridad pues CHITO iba a aterrizar.
 
Aterrizamos en la pequeña pista de Delicias y mientras yo conduje a los turistas al hotel, "El Estopas" se quedó en el aeropuerto para recargar el avión. El hotel donde yo hice las reservaciones es el American Inn. Los turistas se registraron y salieron a dar una vuelta por el centro de la ciudad. Mis turistas vieron el reloj de Delicias.
 
RELOJ DE DELICIAS  
 
 
Varios de los turistas entraron en un restaurante de Delicias para comer y cuando regresaron al hotel, uno de ellos me platicó muy divertido:
 
-Cuando nos sentamos y pedimos la carta para pedir la comida, voy viendo un platillo que por cierto se me hizo muy extravagante. En la carta decía: "CALDO DE OSO" y su precio era de treinta pesos el plato, yo me dije: "Aquí en chihuahua, los osos deben de costar muy baratos, para que nos sirvan este caldo de oso" y yo pedí un plato. Pregunté que con que, lo acompañaban, la mesera se sonrió porque pensó: ´He aquí otro turista despistado que no sabe lo que pide´ entonces dijo:
 
-Lo puede pedir acompañado con un coctelito de camarones- entonces yo le pregunte:

-¿Oiga, no se le hace raro acompañar un caldo de oso con camarones?- a lo que la mesera me contestó:

-¿Pues de que cree que hacemos el caldo de oso? el caldo de oso lo hacemos de Bagre que es un pescado- y yo extrañado le volví a preguntar:

-Pues si no es de oso y si de Bagre, ese pescado que se da en las lagunas y en las presas, ¿Porqué es ese nombre de caldo de oso?- a lo que la mesera con las mejores de sus sonrisas me dijo-

-Porque cuando se estaba construyendo la presa de La Boquilla, había un pequeño restaurante donde todos los días les daban caldo de bagre a los trabajadores y ello siempre decían: "Otra vez ese caldo odioso de bagre" y desde entonces al caldo de pescado le decimos: "Caldo de oso, por lo de caldo odioso"-

-Y me lo tuve que comer con un coctelito de camarones-
 
EL PESCADO DEL CALDO DE OSO
 
 
UN CALDO ODIOSO
 

Y UN COCTEL DE CAMARONES
 
 
Por la tarde, mis turistas se dedicaron a pasear unos y a descansar otros, los primeros fueron a conocer Meoqui, una pequeña población al norte de Delicias. Por la noche nos reunimos en el jardín del hotel pues el gerente nos organizó una carne asada estilo Chihuahua.

CARNE ASADA ESTILO CHIHUAHUA
 
 
La cena estuvo alegrada con un conjunto norteño con acordeón, guitarras y tarola.
 
CONJUNTO NORTEÑO DURANTE LA CARNE ASADA 
 
 
Estábamos platicando de lo más animado Élfego y yo cuando se acercó uno de los pasajeros del avión llamado Narciso Aguilar, era un industrial de Monterrey y me preguntó:

-Señor capitán CHITO, ¿Cuál será nuestro próximo destino? ¿A que ciudad nos va a llevar mañana?- entonces yo le contesté:

-Eso es lo que estaba comentando con el capi Naranjo, Élfego me decía que era bueno que fuéramos a Hermosillo, pero yo le comenté que quiero ir a Ciudad Obregón- y Don Narciso le volvió a preguntar:

-Si vamos a Obregón ¿Cuánto tiempo hará el avión desde aquí?- entonces yo le contesté:

-Haremos tres horas exactas pues de aquí hasta Cajeme son cuatrocientos cuarenta y un kilómetros- entonces Don Narciso me volvió a decir:
 
-Entonces comandante, ¿No podría ir mañana sentado junto a usted en su cabina para que me explique algunas cosas técnicas de su avión?- a lo que yo le dije: 
 
-Bueno señor Aguilar, en primer lugar no es mi avión, yo se lo renté a una empresa que hace vuelos en la zona del Gran Cañón en Arizona, su dueño es muy amigo mío. Yo he volado con él dentro de ese hermoso lugar-
 
EL TRIMOTOR VOLANDO EN EL GRAN CAÑÓN
 
 
-Como puede ver este avión que traemos fue construido hace más de ochenta años, y mi amigo lo conserva muy bien- y continué diciéndole: -La velocidad normal de este avión es de ciento cuarenta y cinco kilómetros por hora, el avión no puede volar más arriba de los dieciocho mil pies de altitud. Ya mañana cuando se siente en el asiento de Élfego le platicaré más de este avión. Por ahora disfrute de la música del conjunto y digamos salud con nuestras cervecitas-

Y así de esta manera agradable pasamos la velada esa noche en los jardines del hotel American Inn de Delicias Chihuahua.

A la mañana siguiente ya estábamos en la pequeña pista de la ciudad.

Despegamos de Delicias a las siete de la mañana con cuarenta y cinco minutos, de inmediato tome el rumbo de doscientos cincuenta grados y ascendí de nuevo hasta doce mil quinientos pies de altitud.

Ya cuando estábamos nivelados, Élfego se levantó de su asiento y se lo cedió a Don Narciso quien de inmediato se sentó y me agradeció que le permitiera volar a mi lado.

Lo primero que me dijo fue:

-Que chiquita es su cabina de vuelo-

CABINA DE VUELO
 
 
-Bueno, no es que sea chica, lo que pasa es que es sencilla, y si se fija en los controles principales, para mover los alerones y el timón de profundidad, son dos volantes, lo que pasa es que Henry Ford era constructor de automóviles. En cuanto a los instrumentos de los motores son bien sencillos, solo presión y temperatura de aceites, cantidad de combustible remanente, aquí tenemos la brújula, este es el radio y las únicas frecuencias que tiene son las que necesitamos para hablar a las torres de control. Desde 118.1 hasta 131.9 Mega Hertz. Instrumentos de vuelo tenemos este que es el altímetro, éste es el velocímetro, el indicador de ascensos y descensos y este último es el que me indica la cantidad de banqueo de mis alas, la bolita que esta debajo es como la de un nivel, esa me indica si los virajes son correctos o si el avión se va derrapando- en eso el señor Aguilar miro por la ventanilla de su lado y me dijo:
 
-Que gran lago se ve aquí- a lo que le dije:
 
-No es un lago Don Narciso, es la presa Francisco I Madero, en unos minutos más vamos a ver la intersección de la carretera número veintidós que va por su derecha, con la carretera número veinticuatro y enseguida entraremos a la plena sierra tarahumara. Mientras platicamos disfrute usted de todas estas barrancas que ya se ven allá a lo lejos enfrente del avión-
 
LA SIERRA TARAHUMARA DESDE EL AIRE  
 
 
Mientras el avión continuaba su vuelo de manera tranquila. Yo mantenía el rumbo de 250 grados y la altitud de 12,500 pies, el velocímetro marcaba tranquilamente los 80 nudos. Entonces yo, muy intrigado por la compañía del señor Aguilar le dije:

-Veo que viene muy bien acompañado por su esposa, pero la veo muy joven para usted- y el sonriendo me dijo:

-No se confunda capitán, ella no es mi esposa, es mi hija, yo soy viudo y ella es divorciada. Ella tiene un hijo de trece años y lo tiene internado en una academia militarizada de Brownsville Texas, mi nieto está cursando el segundo año de secundaria. Y mi hija y yo vivimos juntos. Aunque le suene raro mi hija es la compañera inseparable de su padre, me cuida, trabaja conmigo en la compañía, hasta es mi secretaria particular. Todo mundo me dice lo mismo, que tengo una esposa muy joven y muy linda, pero es mi hija- yo me apene y le pedí una disculpa. Y para darle un giro a la plática y que no se molestara, le dije señalándole en una dirección hacia su derecha:

-Mire, en aquella dirección se encuentra la cascada de Basaseachi y es una lástima que no la podemos ver desde aquí, pero ir hasta allá para enseñársela, nos haría perder mas de veinte minutos de vuelo y a mi siempre me ha gustado ser muy puntual-

CASCADA BASASEACHI DESDE EL AIRE
 
 
Al empezar a descender, vimos otra presa por el lado izquierdo, Don Narciso me preguntó:
 
-¿Como se llama esa presa que se ve por el lado izquierdo del avión?- a lo que le contesté:
 
-Es la presa Adolfo Ruiz Cortines y riega el valle mayo el río está entre Navojoa y Álamos. Le voy a pedir de favor que se pase para atrás y dígale al Estopas que venga a ocupar su asiento- el señor Aguilar me dio las gracias y se levantó del asientos del copiloto y pasó a la cabina de pasajeros.
 
Élfego se sentó en su asiento y le pedí hablara a la torre de control, el puso la frecuencia en el equipo de radio, para hablarle a la torre de control que es 118.3 Mega Hertz y de inmediato se comunicó:
 
-Torre control, Obregón, trimotor Ford néctar coca, ocho cuatro cero siete, descendiendo condiciones visuales, veinte millas fuera, solicita instrucciones para aproximación y aterrizaje- de inmediato contestó el controlador:
 
-Enterado néctar coca ocho cuatro cero siete, diga procedencia- de inmediato el Estopas contestó:
 
-Delicias chihuahua- entonces el controlador preguntó:
 
-¿Tiene información ATIS en 127.6 Mega Hertz?- Élfego contestó:
 
-Afirmativo- y nos contestaron:
 
-OK, esta autorizado a aterrizar a la pista en uso, no tenemos otro tráfico- y para terminar la comunicación, mi copiloto contestó:
 
-Ocho cuatro cero siete, enterado-

 TRIMOTOR FORD ENFILADO PARA ATERRIZAR
 
 
Y otra vez los recuerdos de ese aeropuerto llenaron de alegría mi corazón. Me imagino que Quiroz ya no esta de comandante del aeropuerto, que Machi ya no está en la torre de control, que Cibrián  se fue de la ciudad, que los Chuvalos ya dejaron de fumigar. Quizás ya cerraron la pistita de la 5 de febrero. Pensándolo bien, el regresar a esta ciudad fue lo que me hizo discutir tanto con el Estopas para cambiar de destino. En este momento que el ocho cuatro cero siete esta enfilado a la pista, siento cosquillitas en el estómago. Cuantas veces estuve enfilado igual que ahora pero en lugar de un trimotor viejo y lento, mis manos se aferraban a los controles de un avión muy nervioso y veloz, en el mismo punto donde estábamos ahora. Aquel, yo le decía con cariño: "Mi Michumichu" el Extra Alfa India Unión Coca. Pero CHITO TRILLO siempre será el mismo, antes piloto aviador, hoy, guía de turistas que entra de nuevo a los años pasados, sintiendo la emoción de otro aterrizaje más. 
 
Después del aterrizaje, los pasajeros y yo dejamos el avión al cuidado de Élfego, fui a cerrar el plan de vuelo y tomamos un pequeño autobús que nos llevo al hotel Valle Grande, el cual esta ubicado en la avenida Miguel Alemán y calle Tetabiate.
 
HOTEL VALLE GRANDE
 
 
Dentro de mis pasajeros traigo a dos hermanas del Distrito Federal, que después de dejar sus maletas en la habitación, me hablaron por el teléfono para preguntarme cual iba a ser el programa de esa tarde porque querían ir a la Catedral de la ciudad.

CATEDRAL DE CD. OBREGON
 
 
 
Estas dos hermanas son dos señoritas quedadas, pues ya andan en los cincuenta años. Las dos viven según tengo registrado en sus datos, en la colonia San Rafael de la capital, sus nombres son: Clotilde y Castrita Arangüena, y en la mañana cuando veníamos de Delicias las vi rezando el rosario mientras cruzábamos la sierra tarahumara.
 
Yo les dije que si, pero que después de la comida haremos un recorrido por la ciudad y terminaremos disfrutando de unas nieves en la laguna del Náinari para regresar al hotel pues también tenemos otra carne asada, en un terreno donde nos invito un viejo amigo.
 
LAGUNA NÁINARI
 
 
estuvimos buen rato en la laguna, pero regresamos antes de que oscureciera y de inmediato nos fuimos a disfrutar de la carne asada al terreno donde nos invitó mi amigo. 
YA SENTADOS PARA DISFRUTAR LA CARNE ASADA
 

Estaba sacando los primeros trozos de carne del fogón cuando llegó mi amigo con dos botellas de Bacanora. El amigo me saludo:

-Hola CHITO, hace muchos años que no nos veíamos- de inmediato reconocí a Pepe Valenzuela y al ver las botellas de Bacanora le dije:

-Guauuu, traes Bacanora-
 
Una de las dos hermanas Arangüena me preguntó:
 
-¿Que es Bacanora?- a lo que yo le dije:
 
-Cuentan por ahí que se parece al mezcal o que tiene un fuerte parentesco debido a la forma de elaboración, la gente de Sonora la ubica como una bebida Yaqui de alta graduación alcohólica con personalidad propia. El Bacanora tiene más de 300 años y se hace de manera artesanal, es un negocio familiar cuyo secreto de sabor va de generación en generación. Se reconoce ante el mundo que el Estado de Sonora es la única entidad productora de esta bebida. Yo no le recomiendo que la pruebe usted, pero a los caballeros, Élfego, sírveles un caballito y digamos salud, conforme vamos sacando los trozos de carne del fogón-

BACANORA


 
Entonces yo le pedí a Pepe que nos platicara algún anécdota de Obregón, y ni tardo ni perezoso de inmediato comenzó:

-En la Cantina llamada “El Oasis” por décadas fue la más concurrida de cuantas ha habido en Obregón, pero cuando estuvo ubicada en el viejo edifico de la esquina del mercado. Don Ricardo Bonillas el propietario, quien tenía un gran estilo para tratar a la numerosa clientela, tuvo que abandonar con dolor de su alma dicha esquina al perder un juicio contra los propietarios anteriores, la familia Vélez.
En esta cantina sucedieron muchas anécdotas, algunas muy chuscas, otras medio terroríficas como es el caso de Manuel Yépez, muy buen trabajador pero bebedor empedernido que a diario se daba cita. Cierta noche que empinaba el codo sintió que le tocaban el hombro, volteó para ver a un hombre al que jamás había visto en Cajeme. Se sentó con él a tomarse una copa de bacanora, al rato dos, que él mismo brindaba al borracho ya muy feliz ante complaciente compañero. Este lo invitó para ir a otra cantina
Ricardo Bonillas desde la larga barra le decía, -Ya vete para tu casa Bernardo que estás muy tomado, mira nomás ya estás hablando solo-
-No estoy nada- respondió Bernardo -Mi compa se llama Mario. ¿No es así?- dijo dirigiéndose a su acompañante. -Ultimadamente cómo están fregando, vámonos pues a otra cantina- le dijo, y a la vez que se levantó con descontrol por el exceso de bebidas dijo en voz alta.
-Eso si, tu manejas la charanga…-
Al llegar a la otra cantina, su inseparable acompañante le dijo que pidiera lo que quisiera, que al cabo él pagaría todo, a la vez que arrojaba grandes cantidades de dinero sobre la barra.
Cuando ya iban a cerrar el salón, llenos de mucho alcohol se treparon al carro, y al ir llegando a la vía ya que Bernardo vivía atrás de la estación, el acompañante se desapareció dejándolo solo y envuelto en una peste a azufre inaguantable, que lo hizo ponerse a arquear devolviendo el estómago.
Y ni modo la charanga estaba recién reparada, así que el humo no provenía del motor.
"De viejo me tuvo que salir el diablo para que dejara de beber" pensó Manuel Yépez. Y por dos o tres años dejó de acudir al Oasis. Poquito le duró el susto-
 
SE LE APARECIÓ EL DIABLO
 

Al día siguiente llegamos al aeropuerto para continuar con nuestro viaje. Mientras Élfego se fue a la oficina de despacho para hacer el plan de vuelo, yo fui a revisar el avión. Le pedí que lo hiciera a 9,500 pies de altitud y en el tiempo estimado de vuelo pusiera dos horas con cincuenta minutos.

Antes de cada vuelo debemos de revisar visualmente el avión que vamos a volar. Que los controles de vuelo estén libres, que los motores no tengan fugas de aceite. Entonces llegó el momento de continuar con nuestro viaje.

Nuestros pasajeros estuvieron listos para el despegue, como siempre el último en entrar fue mi flamante copiloto, cerró la puerta del avión, revisó que todos los pasajeros tuvieran su cinturón de seguridad bien abrochado, luego se sentó en su asiento y después de que arranqué los tres motores, Élfego pidió autorización para el carreteo y lo primero que dijo fue:

-Torre Obregón, buenos días, el néctar coca ocho cuatro cero siete, con información ATIS- el controlador le contestó:

-Enterado néctar coca ocho cuatro cero siete, está autorizado por bravo a pista trece, viento del ciento veinte con diez nudos-

-Enterado Obregón, por bravo pista trece-

*   *   * 
 
Y así empezó nuestro siguiente tramo de este viaje. Eran las siete de la mañana con cuarenta y cinco minutos cuando estábamos en la cabecera de la pista trece y terminamos de probar los magnetos de cada uno de los motores, el estopas le informó a la torre:
 
-Ocho cuatro cero siete listo para el despegue- el controlador nos autorizó a despegar y cuando estábamos adelante de Fundición nos pidió que abandonáramos 118.3 y solo nos pidió el estimado para Culiacán. Con mucha tranquilidad Élfego le dijo:
 
-diez y siete horas treinta y cinco minutos Zeta-
 
-Enterado, aviso a Culiacán su estimado de llegada, buen día y felicidades, bonita nave- CHITO TRILLO  tomó el micrófono y dijo:
 
-Gracias por la flor-
 
Ascendió al trimotor hasta los nueve mil quinientos pies y con el mismo rumbo de ciento treinta grados con el que despegó continuó su vuelo rumbo a Culiacán.

En eso se asomó a la cabina de vuelo una señora que había tomado el vuelo junto con su hijo, un joven de quince años que era muy aficionado a los aviones, pues había armado algunos modelos de madera balsa y me dijo:

-Comandante, ¿No le puede dar permiso a mi hijo para que vuele un rato junto a usted?- por lo que le dije:

-Espere a que estemos nivelados y mi copiloto le dejara su asiento libre- en cuanto nivelé el avión, Élfego se levantó y le cedió su asiento al joven quien de inmediato me dijo:

-Gracias Capitán, yo quiero ser piloto aviador como usted, pero no quisiera volar aviones tan viejos como este- entonces pensé:

"Otro joven soñador"

-¿Donde aprendió usted a volar?- me preguntó. Yo le dije:

-En la Fuerza Aérea Mexicana- me imaginé que estaba muy enterado de los aviones de la Fuerza Aérea, entonces con un aire de suficiencia me dijo:

-Entonces usted se inició volando un biplano- a lo que le dije:

-Si, tienes razón, mi primer avión fue un biplano con fuselaje de tela y la cabina es abierta, el nombre de este avión es Stearman y su designación militar es PT-17

STEARMAN PT-17 
 
 
El joven de inmediato me preguntó:
 
-Y este avión ¿Qué motores usa?- a lo que yo le contesté:
 
-Son tres motores Pratt & Whitney Wasp C1 de nueve cilindros, enfriados por aire, de 420 CV cada uno- el joven de inmediato me preguntó:
 
-¿No trae alguna foto de usted volando el PT-17?- entonces abrí mi cartera y le mostré una foto bastante viejita:
 
EN EL ESCUADRÓN PRIMARIO
 
 
entonces el joven de nuevo me dijo: 
 
-Pero ya ahorita no vuelan esos aviones en la Escuela- a lo que sacando otra foto de la cartera le dije:
 
-No, ahora en la escuela vuelan estos-
 
 
Ya estábamos por cruzar a través de Los Mochis, el avión nivelado a nueve mil quinientos pies, cuando el joven vio un barco grande que se acercaba al puerto de Topolobampo y me dijo:
 
-Mire don CHITO, ahí va llegando un crucero a ese puerto- yo lo vi y le dije:
 
-No joven, ese no es un crucero, a este puerto no llegan esos enormes barcos que cruzan el Pacífico, ese es el transbordador que viene de La Paz a los Mochis-
 
TRANSBORDADOR LLEGANDO A TOPO 
 
 
Cinco minutos después que pasé por un lado de Guasave, empecé a descender para aproximarme al aeropuerto de Culiacán. Le pedí al joven que regresara a su asiento y le permitiera a Élfego ayudarme con el aterrizaje.
 
El joven se pasó para atrás y Élfego regresó a su asiento, cuando estábamos a unas veinte millas fuera de Culiacán, el estopas tomó el micrófono y empezó a decir:
 
-Torre Culiacán, trimotor Ford néctar coca ocho cuatro cero siete, procedente de Obregón, veinte millas fuera, condiciones visuales, con información ATIS 127.8, instrucciones para aterrizar-
 
-Enterado ocho cuatro cero siete, autorizado a su aterrizaje pista cero dos, informe en final-
 
-Ocho cuatro cero siete-
 
Proseguí descendiendo para completar la aproximación con viraje por la izquierda a la pista cero dos. Élfego dijo:
 
-Cero siete en final-
 
-Autorizado, viento de los treinta grados con veinte nudos.
 
OCHO CUATRO CERO SIETE ENFILADO PISTA CERO DOS
 
 
 
Aterrizamos y procedí a estacionarnos en la plataforma secundaria.
 
Los pasajeros se bajaron del avión, el joven de quince años se me acercó y me felicitó por el aterrizaje. Yo le pregunté, acerca de su nombre y el me dijo:

-Rómulo Mogollón, Capitán- entonces yo le di las gracias.

Los pasajeros bajaron sus maletas y entraron en el edificio del aeropuerto. El estopas se quedó cargando de combustible el avión. Yo fui a cerrar el plan de vuelo y le informé a Élfego que lo esperaba en el Hotel Ejecutivo que esta en el centro de Culiacán.

En el taxi que iba yo, una de las hermanas de la ciudad de México, Castrita Arangüena me preguntó que si yo no sabía de donde venía el nombre de Culiacán.

El chofer del taxi se me adelanto y le dijo:

-El nombre genuino azteca es Colhuacán o Culhuacán que se compone de colhua o culhua, y de can, lugar; y significa: "Lugar de los colhuas, esto es, habitado por la tribu colhua;" es popularmente más aceptado el significado de “Lugar de los que adoran al Dios Coltzin”- ella le dio las gracias y le preguntó de nuevo:

-¿Usted sabe señor cual es el nombre de la catedral de esta ciudad? a lo que el chofer le dijo:

-La Catedral ahora se le llama de San Miguel Arcángel, antes era la Catedral Basílica de Nuestra Señora del Rosario- entonces Castrita me dijo:

-Gracias señor, ya ve don CHITO, usted no sabe nada- y se mantuvo callada hasta que llegamos al hotel Ejecutivo.

CATEDRAL DE CULIACÁN
 
 
Yo subí a mi habitación para esperar a Élfego, me sentí mal por lo que me dijo Castrita, así es que al entrar vi un servibar, lo abrí, saqué una cerveza y con ella en la mano me senté en una poltrona y me la bebí muy despacito.

Llegó el estopas y soltó la carcajada cuando le conté lo que me paso en el taxi. Entonces me dijo:

-No te pongas así mi CHITO, mejor cámbiate y vámonos a comer, ahora yo invito. Y salimos a comer los dos.

QUE RICO PLATILLO ¿NO GUSTAN? 
 
 
Junto con estas carnes, Élfego y yo brindamos con varias cervezas Pacífico.

Así pasamos la tarde mi flamante copiloto y yo. No quise saber nada de mis turistas, y ya cuando me sentí un poco pasado de copas, me levanté de la mesa porque llegó un conjunto musical con tambora y me regresé al hotel, no me despedí del estopas lo dejé con la cuenta y me fui a dormir.

Cuando me desperté por la mañana me di cuenta que el señor Naranjo no llegó a dormir a la habitación. Hablé a la recepción y pregunté si no lo habían visto llegar. No me supieron dar razón de él. Le pedí al recepcionista que se informara en la policía, o en la Cruz Roja.

Llegó un oficial para hacerme algunas preguntas:

-¿Donde lo dejó ayer?-

-Fuimos a comer a un restaurante que se llama "El Palomar de los Pobres" la carne estuvo muy rica, las chelas bien frías, pero cuando llegó la Tambora ahí lo dejé, me vine a dormir al hotel y el no llegó-

El oficial me dijo:

-Se lo vamos a buscar, ¿Dónde va a estar para llevárselo- a lo que le dije:

-Yo me voy con el grupo de turistas al aeropuerto, y si no aparece antes de que nosotros salgamos dígale que nos fuimos para Durango que nos alcance allá- llamé a unos taxias y nos fuimos para el aeropuerto.

En el taxi donde iba yo, también iba el joven Rómulo Mogollón, y me iba diciendo:

-Si no aparece el señor Élfego, ¿Puedo ser yo su copiloto?- entonces yo le contesté:

-Está bien Rómulo me puedes acompañar en la cabina, aunque no tenemos listas de verificación para cada operación del vuelo, quiero que vayas atento al radio, si escuchas algo de inmediato me lo comunicas. Pero también quiero que estés atento a lo que pasa en el aire, no vaya a ser que se nos cruce otro avión o un gran pájaro. También ve atento a los pasajeros, voltea de vez en cuando hacia la cabina de pasaje y confirma que todo vaya bien. En fin durante el vuelo te iré diciendo que cosas tienes que hacer- el joven me dijo:

-No se preocupe capitán CHITO, desde que salimos de Lerdo, me senté en el asiento de más adelante del lado derecho para ver que es lo que hace usted- entonces yo le dije:

-Está bien, llegando al aeropuerto lo primero que tienes que hacer es llevar todas las maletas al avión y colocarlas en la cajuela-

*   *   * 
 
Mientras el joven Rómulo y yo fuimos a la oficina de despacho, para hacer el plan de vuelo, los pasajeros se quedaron en el lobby del aeropuerto para comprar algunos recuerdo de Culiacán.


ALGUNOS RECUERDOS DE CULIACÁN

En la oficina de despacho Rómulo estuvo muy atento a lo que yo ponía en el plan de vuelo.- Avión: Trimotor Ford. Matrícula: NC8407. Lugar de partida; Culiacán. Destino: Durango. Tipo de vuelo: Visual. Tiempo estimado de vuelo: Dos horas diez minutos. Altitud: Once mil quinientos pies. Aeropuerto alterno: Mazatlán.
Después de que hicimos el plan de vuelo, hice que Rómulo me acompañara a revisar el avión por fuera antes de que abordaran los pasajeros.
REVISIÓN DEL AVIÓN ANTES DE CADA VUELO
 
Cuando todo estuvo en orden le pedí a mi nuevo copiloto que fuera al edificio para invitar a nuestros turistas a que abordaran el avión. Ya que los pasajeros estuvieron sentados y Rómulo revisó que todos tuvieran sus cinturón de seguridad, él cerró la puerta del avión y se vino a sentar.
 
Antes de arrancar el motor derecho le pedí al joven que volteara a verlo para decirme si no había ninguna persona cerca de la hélice, el muchacho me dijo:
 
-Libre el tres- entonces arranqué el motor y así sucesivamente, luego el uno o sea el izquierdo y al final el dos, o sea el de enfrente.
 
Le pedí que solicitara instrucciones para el carreteo y tomando el micrófono Rómulo dijo con voz clara y fuerte:
 
-Torre Culiacán, el ocho cuatro cero siete, listo para el carreteo- y de inmediato le contestaron:
 
-Enterado cero siete, prosiga por alfa a pista veinte y en cabecera diga listo a su despegue- el joven me dijo con mucha ceremonia:
 
-Capi, estamos autorizados a pista veinte por alfa- yo solté los frenos de estacionamiento y así comenzó una nueva aventura para mi. Con un copiloto bisoño que nunca había volado.
 
EL AVIÓN INICIA EL CARRETEO A LA PISTA 20
 
 
Al llegar a la cabecera de la pista dos cero, inicié la prueba de magnetos, al tiempo que yo la efectuaba Romualdo me preguntó:
 
-Esta prueba ¿En que consiste Capi?- yo le contesté:
 
-Cada motor trae dos magnetos, que son los que dan la chispa para cada bujía. Este es el control para saber como están los magnetos, tiene cuatro posiciones: Cortado, magneto uno, magneto dos y ambos. Siempre los traemos en ambos pero para su prueba, que siempre la hacemos en las cabeceras de las pistas, ponemos el motor al cien por ciento de potencia en el tacómetro, luego cortamos un magneto y las revoluciones del motor deben de caer de cuarenta a cincuenta RPM, después cortamos el otro y debe de pasar lo mismo- El joven puso mucha atención, y después de haber probado los tres motores, me dijo con fuerte voz:
-Pruebas buenas Capi- entonces le dije que pidiera permiso para despegar, de nuevo con muy buena voz, dijo:
-El cuatro cero siete listo para despegar- el de la torre nos contestó:
-Enterado cero siete, autorizado su despegue, viento del doscientos diez con quince nudos- a lo que Rómulo confirmó:
-Cero siete, enterado- empecé a despegar y a los trescientos pies empecé a virar por la izquierda y puse el avión con rumbo de noventa y tres grados en la brújula.
 
NECTAR COCA OCHO CUATRO CERO SIETE EN ASCENSO
 
 
Como el despegue de Culiacán fue a las ocho de la mañana con diez minutos, le pregunté al joven Mogollón cual iba a ser la hora local de llegada a Durango, el tomó el plan de vuelo y solo sumó: tiempo de vuelo dos horas diez más hora de salida, ocho de la mañana con diez minutos y me contestó:
 -Capi, la hora local de llegada va a ser: las diez de la mañana con veinte minutos- por lo que yo con una sonrisita malévola le dije:
-No jovencito, la hora local de llegada serán las once de la mañana con veinte minutos, recuerde que los estados de Sinaloa, Sonora y Baja California Sur tienen una hora antes que el resto del país y ahora dígame una cosa: ¿Cuál sería el aeropuerto alterno a donde podemos acudir en caso de que el aeropuerto de Durango esté cerrado?- a lo que el joven le preguntó:

-¿Porqué se cierran los aeropuertos?- a lo que le contesté:
 
-Pueden ser por muchas razones, la primera es por mal tiempo: que esté lloviendo copiosamente y no se pueda ver al pista al aproximarse. Que haya caído una gran nevada. Que este un avión accidentado a media pista, en fin hay muchas razones- entonces el joven tomó el plan de vuelo y vio anotado: Aeropuerto alterno-Mazatlán y me dijo:
-Aquí dice: Que es Mazatlán. ¿Porqué escogió éste aeropuerto?- a lo que le contesté:
-Bueno puede ser Mazatlán o puede ser Torreón. La distancia de Durango a Mazatlán son 210 kilómetros y de Durango a Torreón son 195 kilómetros, quince kilómetros menos, pero Mazatlán está al nivel del mar y será menos probable que un aeropuerto al nivel del mar se cierre que dos aeropuertos a la misma altitud-
 
AEROPUERTO CERRADO POR MAL TIEMPO
 
 
Pero no, el aeropuerto de Durango no estaba cerrado, estábamos entrando al Valle del Guadiana y ya se veía desde lejos la ciudad de Durango.
 
VALLE DEL GUADIANA
 
 
  Y LA CIUDAD DE DURANGO
 

Aterricé el avión a las once de la mañana con veintidós minutos en la pista 03, me autorizaron carretear el avión a la plataforma, y cinco minutos después le corté la mezcla a los tres motores y el avión quedó quieto. Yo fui a cerrar el plan de vuelo y busque un directorio para reservar las habitaciones en algún hotel que esté en el centro de la ciudad. El despachador me recomendó el "Hostal de la Monja" que está frente a la Catedral y en contra esquina de la plaza de armas. Hablé por teléfono y reservé las habitaciones. Ahora yo iba a dormir solo, pues el estopas se quedó en Culiacán y mi nuevo copiloto Rómulo se acomodaría como siempre, en la habitación de su mamá.

Al igual que en Culiacán, cuando salimos del edificio, tomamos unos taxis y les pedí que nos llevaran al Hotel, al llegar al "Hostal de la Monja" y entrar en sus habitaciones, las hermanas Arangüena se pusieron muy felices por la vista desde su recámara:

ESTO ES LO QUE VEN LAS ARANGÜENA
 
 
en cambio los demás turistas se asomaron hacia el patio interior del hotel desde el corredor y aquí los tenemos:
 
 

 
A las dos de la tarde todos se sentaron a comer en el comedor del hotel, el menú consistió en Caldillo de carne seca con chile colorado, unos chicharrones de vieja que son carnitas de chivo, también unas enchiladas de cacahuate, el pipián rojo, los frijoles blancos llamados patoles guisados con chorizo y tornachiles, todo acompañado con panochas –tortillas de harina– de sal y al final unas gorditas de nata. De postre arroz con leche y un rollo de dátil con nuez.

Cuando estaban en el postre y ante una taza de café, uno de los turistas me dijo:

-Don CHITO, a esta ciudad le dicen la tierra de los alacranes. ¿Porqué?- a lo que le contesté:

-Pues aquí en Durango encontramos a los alacranes más venenosos de México, y hay muchas historias acerca de ellos. ¿No quieren escuchar la historia de "Juan sin Miedo" y su estancia en la cárcel de la ciudad?- a lo que todos dijeron que si.

-Bueno esta es una leyenda acerca de los alacranes:

EL ALACRÁN DE JUAN SIN MIEDO 
 
 

"A fines del siglo XIX, cuando el gobierno del General Porfirio Díaz se encontraba perfectamente consolidado, existió en la antigua cárcel de esta ciudad, "La Celda de la Muerte"; llamada así, porque al desgraciado que metían allí, amanecía misteriosamente muerto.


Sucedió en esta cárcel, que fue derrumbada posteriormente, y en lo que hoy es el centro de la ciudad, un hecho insólito que causó grandes confusiones a los carceleros y a todas las autoridades. Sucedía que todo preso que se encerraba en una de las celdas, y a la que tomaron horror, amanecía muerto al siguiente día, sin que nadie pudiera atinar la causa de ello.
Aquella celda fue elegida para encerrar a los individuos más peligrosos y criminales. Varios individuos habían muerto ya en aquella celda maldita, y empezaron a esparcirse mil supersticiones acerca de ella.
LA CELDA DE LA MUERTE
Decían que un horrible espectro penetraba a media noche en la celda sin necesidad de abrirla, y estrangulaba a quien se encontraba dentro. Otros aseguraban que el ambiente del calabozo estaba envenenado, y no faltó quien asegurara que diariamente, a eso de las doce de la noche, la celda era visitada por el diablo que se llevaba el alma del infeliz, a quien le tocaba la mala suerte de ser asegurado en aquel siniestro calabozo.

En 1884, en la Hacienda de la Cacaria, vivía un joven moreno, alto y robusto llamado Juan. Le decían “Juan sin miedo” porque era un hombre que no conocía el temor. Un día llegó un perro rabioso a la hacienda, la población se alarmó y cerró las puertas de sus casas. En la escuela, el profesor no supo del peligro y les dio salida a los niños cuando el perro pasaba por allí. Al mirar desde su ventana el peligro, Juan sacó su escopeta para tirarle al perro y justo cuando le disparó al animal, una señora llamada Doña Elvira, se atravesó y la bala le traspasó el pecho muriendo casi instantáneamente.

El perro perseguía a los niños, y Juan en vez de huir, cogió un hacha y golpeó la cabeza del perro dándole muerte. Juan, rápidamente fue con Doña Elvira y la cogió en los brazos, pero ya era muy tarde, ella había fallecido.

Juan fue encarcelado y tendría que pagar por su delito con 20 años de prisión. Después de estar 7 años prisionero en la cárcel de Durango, llegaron órdenes de sentenciarlo a "La Celda de la Muerte".

Luego se supo que el hijo del dueño de la Hacienda de la Cacaria, quería que Juan muriera para quedarse con su prometida. Cuando el director de la penitenciaría le preguntó a Juan. ¿Qué necesitas?, Juan le contestó: "un banco, una docena de velas de sebo grandes y una caja de cerillos". Cumpliendo con su petición, le entregaron lo que pidió y lo encerraron en la Celda de la Muerte. Mientras la vela se iba gastando, el joven comenzó a acordarse de toda su vida. Las horas parecían siglos, y hora tras hora contaba las campanadas que daba el reloj de la catedral.

Cuando ya el temor lo vencía, prendía la vela unos minutos y veía a su alrededor. Cual fue su gran sorpresa al ver un enorme alacrán de unos 30 centímetros de largo, que pronto se ocultó en su madriguera. Tomó los cerillos y apagó la vela, permaneciendo en silencio y dejando transcurrir el tiempo.

El problema se concretaba en matar al animal, o cuando menos, no dejarse picar. Cuando el reloj sonó a las 5 de la mañana, encendió el cerillo y el cúbito de su última vela y miró el enorme alacrán que estaba a un paso de su banco; sin pensarlo mucho, se quitó el sombrero y lo arrojó sobre el animal, al ver que lo había atrapado, puso el banco sobre el ala del sombrero, asegurándose de que el arácnido no escapara.
Se volvió a quedar a obscuras, y por unos minutos lloró sin poder contenerse. De lejos, se escucharon los pasos de los camilleros que venían por el cadáver de Juan para enterrarlo. Juan, con modestia después de saludarles, les pidió que le ayudaran a sacar al alacrán asesino. Juan fue indultado y puesto en libertad por su hazaña, volvió a la Cacaria y se casó con Lupe"
 
Terminada la historia junto con el café, todos se levantaron de la mesa y salieron a dar una vuelta por el centro de la ciudad, pero en cada parte que entraban, miraban con mucho cuidado para no toparse con un arácnido duranguense.
 
*   *   *
Al día siguiente todos estuvieron listos en el aeropuerto para continuar con su viaje.

Mientras yo me dediqué a revisar el avión y a cargar las maletas le pedí al joven que fuera al despacho de vuelo para que entregara el plan de vuelo. El cual decía: Avión: Trimotor Ford. Matrícula: NC8407. Lugar de partida. Durango Destino: Zacatecas. Tipo de vuelo: Visual. Tiempo estimado de vuelo: Una hora cuarenta minutos. Altitud: Once mil quinientos pies. Aeropuerto alterno: Guadalajara.
  VOLANDO HACIA ZACATECAS
 
El despegue de Durango  fue a las nueve de la mañana con treinta y cinco minutos, y cuando le pregunté a Rómulo que a que horas íbamos a llegar a Zacatecas, de inmediato me dijo:
 
-A las once de la mañana con quince minutos Don CHITO- y de nuevo le pregunté:
 
-A ver jovencito, usted me esta resultando muy listo con todo lo que le pregunto, dígame: ¿Cuál es el nombre del aeropuerto de Zacatecas?- y sacando una libretita que traía en el bolsillo de su overol, me dijo:
 
-Bueno, el aeropuerto se llama: "General Leobardo C. Ruíz" pero antes le decían el aeropuerto de "La Calera" tiene una sola pista en uso que es la 02/20 la altitud del aeropuerto es de 7,140 pies sobre el nivel del mar, el aeropuerto esta a veinte kilómetros de la ciudad, de la ciudad no me pregunte, porque de eso no he leído nada- yo solté la risa y con cara de inocencia le dije:



-Bueno jovencito, yo soy muy aficionado a la historia de México, y por ser de Lerdo y en el estado de Durango nació Pancho Villa, permítame decirle lo que hizo el Centauro del norte en esta población: Los mexicanos se rebelaron contra el presidente Porfirio Díaz en 1910. Una de las batallas más importantes de la revolución ocurrió en la ciudad de Zacatecas el 23 de junio de 1914. Se le conoce como La Toma de Zacatecas. En esta batalla, Francisco Villa —asistido por Felipe Ángeles y Pánfilo Natera— y sus dorados tomaron control de la ciudad de Zacatecas, asegurando la seguridad financiera de la revolución. En honor a Pancho Villa, se erigió una estatua en el Cerro de la Bufa-
 
PANCHO VILLA EN EL CERRO DE LA BUFA
 
-Don CHITO, creo que ya estamos a veinte millas del aeropuerto de Zacatecas- me dijo Rómulo, a lo que yo le dije:
-Bueno jovencito, por favor solicite instrucciones- y de inmediato el joven tomando el micrófono, después de poner la frecuencia de 118.0 MHz, dijo:
-Torre Zacatecas, trimotor Ford, néctar coca ocho cuatro cero siete, procedente de Durango, condiciones visuales, veinte millas fuera, solicita instrucciones para aterrizar- a lo que nos contestaron:
-Enterado ocho cuatro cero siete, sin tráfico en su área, autorizado a la pista veinte, reporte corto- Rómulo colacionó la autorización y yo proseguí casi directo a la pista veinte.
AEOPUERTO DE ZACATECAS GRAL. LEOBARDO C. RUÍZ
 
Rómulo se reportó corto a la pista veinte. Aterricé el avión y mientras los pasajeros, sacaron sus maletas de la cajuela, mi flamante copiloto pidió el combustible pues al día siguiente volveríamos a salir en nuestro viaje.
Después que dejé la oficina de despacho adonde fui para cerrar el plan de vuelo y pagar los servicios correspondientes, salí a la puerta del aeropuerto donde ya me esperaban mis pasajeros.
MIS PASAJEROS SUBIÉNDOSE A LOS TAXIS EN EL AEROPUERTO
 
 
 
 
 

 



 

 



 
 
 
 
  
 
 
 

 
 
 


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